ABRAZOS GRATIS

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA #154

ABRAZOS GRATIS

En el año 1989, mientras el Sevilla FC finalizaba la temporada de Primera División en el noveno puesto de la clasificación, el escritor uruguayo Eduardo Galeano publicaba su ya famoso e imprescindible “El libro de los abrazos”, un conjunto de casi doscientos relatos breves donde aborda diferentes temáticas, tanto personales como sociales y culturales. Uno de dichos relatos se titula “Yo, mutilado capilar” y en él comienza quejándose de su progresiva pérdida de cabello (“Los peluqueros me humillan cobrándome la mitad”), sigue consolándose con lo que un amigo piadoso le dijo una vez (“Si el pelo fuera importante estaría adentro de la cabeza, no afuera”) y termina comprobando orgulloso “que en todos estos años se me ha caído mucho pelo… pero ninguna idea… Lo que es una ventaja si se compara con tanto arrepentido que anda por ahí”.

¿Y a santo de qué viene esta gratuita exaltación de la alopecia en una columna de opinión presuntamente deportiva?, se preguntará usted. Pues bien, Galeano no sólo fue un enorme aficionado al fútbol, sino que, además, es uno de los escritores que más textos, relatos y libros le ha dedicado al deporte rey. En algún momento llegué a describirle como el Pelé de las letras futboleras. Baste recordar píldoras como «El fútbol es la única religión que no tiene ateos», «Y yo me quedo con esa melancolía irremediable que todos sentimos después del amor y al fin del partido» o “Jugar sin hinchada es como bailar sin música”.

Dicho lo cual, y bajando ya la pelota al pie, si juntamos los conceptos “abrazo”, “fútbol” y “calvo”, ¿qué resultado obtenemos?… Exacto, un nombre propio: Dmitrovic.

Nuestro portero ha sido noticia esta semana no tanto por su más que meritoria actuación en los dos últimos partidos (que también, y nos quitamos el sombrero, faltaría más) como por el gesto que tuvo con su compañero Joan Jordán cuan éste, tras un fallo defensivo garrafal en el encuentro contra el Almería, dejó a nuestro portero vendido y solo ante el peligro de un delantero rival. Dmitrovic, tras la magistral parada, en vez de irse a por su compañero y mentarle uno a uno, cual alineación titular del contrario, a todos sus ancestros, le obsequió con un abrazo y un puñado de palabras de ánimo. Finalizado el partido, él mismo lo justificaba así:

“Hay que mantener la cabeza fría. Cada persona se equivoca, pero no hay que criticarle, hay que animarle y abrazarle. Todo el mundo se equivoca, pero no hay que criticar en las situaciones negativas. Después del error no hay que mirar atrás, hay que seguir en la misma línea”.

En cualquier otro equipo, y en la situación en la que se encuentra el Sevilla FC en estos momentos, la lesión del portero titular a la media hora de un encuentro que ya se iba perdiendo habría hecho temblar las piernas hasta al más optimista. Sin embargo, no sucedió así en el Sánchez – Pizjuán. Salió Dmitrovic y realizó una actuación tan brillante que fue decisivo en que el resultado final se inclinara a favor de los nuestros.

Por todo ello, y visto lo visto hasta ahora, estamos en condiciones de afirmar con rotundidad que con este calvo (y si usted entiende el chiste es que ya tiene una edad) nos ha tocado la Lotería.

Y por terminar con otro apunte cultural, “Abrazos” también es el título de uno de los discos de nuestro cantante de cabecera, Francisco Javier Labandón Pérez, El Arrebato, que contiene títulos de canciones como “Poquito a poco”, “Una noche con arte”, “Que ganen los buenos”, “En el último minuto”, “Un amor tan grande” o “Aquí me tienes”, que más que títulos de canciones parecen pensamientos escritos a fuego en el corazón de los buenos sevillistas. El Arrebato. Puro arte. Puro sentimiento. Y con pelazo.

EDUARDO CRUZ ACILLONA

Publicado en La Colina de Nervión. 16/3/2023.