ANDARÁN DE VACACIONES

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA #134

ANDARÁN DE VACACIONES

El pasado miércoles, justo después de entretenerse leyendo mi columna sobre el Sevilla Fútbol Club en este bendito periódico digital, el declarado públicamente culé Joan Manuel Serrat hacia su aparición triunfal en el escenario instalado en el ruedo de la Maestranza para celebrar, también en nuestra ciudad, el final de su carrera artística.

En su repertorio, lleno de clásicos y de memoria colectiva, no pudo faltar su himno por antonomasia: Mediterráneo. Una canción que, entre otras muchas cosas arranca diciendo algo así como:

Quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa,
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor
por dondequiera que vaya.

(Si has leído estos versos sin tararearlos, es que eres demasiado joven. Entra en Spotify, busca la canción y disfrútala)

El caso es que, si la patria de Serrat es el Mediterráneo, la del aficinoado del Sevilla Fútbol Club bien podría ser Nervión, con capital en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Esa patria donde jugamos de niños, a la que nos llevaron de la mano nuestros mayores, donde descubrimos que el amor también puede aparecer con el 10 o con el 16 a la espalda, una patria de la que, pasado ya el tiempo, seguimos llevando su luz, su olor, su emoción, por dondequiera que vayamos, sintiéndonos orgullosos de nuestro equipo, de nuestros jugadores, de nuestra historia. De esta forma, y en lo sentimental, Mediterráneo podría ser para Serrat lo que para nosotros el Himno del Centenario de El Arrebato. Gloria.

Años después de Mediterráneo, Serrat escribió otra canción, esta vez en catalán, titulada Plany al mar (Lamento al mar) En ella describe un paisaje contaminado, echado a perder…

Bressol de vida,camins de somnis (Cuna de vida, camino de sueños)
pont de cultures ai,qui ho diria!! (puente de culturas, ay, quién lo diría)
ha estat el mar (ha sido el mar)
mireu-lo fet una claveguera (Miradlo hecho una cloaca)
mireu-lo anar i venir sense parar. (Miradlo ir y venir sin parar)

Y continúa más adelante…

De la manera (De la manera)
que el desvalisen (que lo desvalijan)
i l´enverinen (y lo envenenan)
ai,qui ho diria!! (ay, quién lo diría)
que ens dona el pa (que nos da el pan)
Y una más, la última:
Quanta abundancia (Cuánta abundancia)
quanta belleza (cuánta belleza)
quanta energía (cuánta energía)
ai,qui ho diria!! (ay, quién lo diría)
feta malbé!! (echada a perder)
per ignorància, per imprudència (por ignorancia, por imprudencia)
per inconsciència i per mala llet. (por inconsciencia y por mala leche)

¿Y por qué viene éste del norte con su cursillo acelerado de catalán?, se preguntarán ustedes… Nada, cosas que se le ocurren a uno cuando se pone a pensar. Y es que, lo mismo que unos párrafos más arriba equiparaba dos himnos, se me ocurre que quizás no estemos muy lejos de que Plany al mar, la cara oscura de Mediterráneo, se convierta también en la cara B de nuestro himno y de nuestro Sevilla Futbol Club.

Hasta el pitido inicial del partido contra el Español, uno tenía la sensación de que estábamos convirtiendo al equipo, al club, en una cloaca, desvalijándolo de todos sus valores, envenenándolo con nuestras aceradas y no siempre fundadas críticas. Cuánta abundancia conseguida, cuánta belleza vivida, cuánta energía volcada en unos colores…  todo echado a perder en unas semanas por ignorancia, por imprudencia, por inconsciencia y, en algunos casos que no quiero señalar, por pura y simple mala leche.

Afortunadamente, el Sevilla Fútbol Club ganó. Se enfundaron las pistolas, se recogieron las lanzas y la respiración y los latidos del corazón volvieron a sus ritmos más o menos normales. Nada se ha ganado. Nada se ha perdido. Pero en el proceloso Mediterráneo que es la Liga, o remamos todos o nos hundimos.

Es posible, como también cantaba Serrat en otro de sus memorables himnos, que las musas hayan pasado de nosotros y a quienes tienen los designios de comandar el club y el equipo no se les ocurra nada para mejorar la situación. Pero confiemos en que vendrán tiempos mejores, que volveremos a disfrutar y a escalar los puestos en la clasificación que nos acerquen al lugar que merecemos. Pensemos que la racha ha sido algo puntual y que las musas andarán de vacaciones, pero volverán.

EDUARDO CRUZ ACILLONA

Publicado en La Colina de Nervión. 14/9/2022.