EL TENDEDERO

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA #41

EL TENDEDERO

Según la Balompedia, que es la enciclopedia que consultan los más futboleros, la palabra “Tebas” no existe y te remite a lo más parecido que ha encontrado y que es “Tebeo”. Que no lo digo yo, oigan. Y de tebeo parece ser la penúltima ocurrencia de esa lumbrera de Occidente que es el señor cuyo apellido no existe salvo que te quieras poner exquisito y te remitas al antiguo Egipto, algo que todavía en fase 3 no es posible hacer.

El caso es que este señor ha decidido convertir nuestra emblemática calle Tetuán en un tendedero. Desde el lunes, unas acartonadas camisetas lucen en el cielo del estrecho pasillo comercial que une La Campana con la Plaza Nueva. Pretende con ello, según sus propias palabras, festejar la vuelta del fútbol. Menos mal que no le ha dado por festejar la vuelta del desfile de los ángeles de Victoria’s Secret llenando Tetuán de bragas y sujetadores o el regreso a la normalidad veraniega y a los desplazamientos entre provincias, colgando bañadores, neveras, sombrillas, filetes empanados y cuñados gorrones…

Antes de que se le disparate el intelecto y nos llene la actualidad y la ciudad de ocurrencias varias, nuestro equipo de festejos, aniversarios y fechas señaladas, compuesto por un corrector de erratas del BOE y un matasuegras atascado, se ha puesto manos a la obra para proponer otras maneras de festejar el regreso del fútbol más modernas, atractivas y sugerentes que el simple hecho de colgar camisetas por las calles, que parece que estemos todo el día haciendo la colada.

Así, proponen que los concejales del Ayuntamiento luzcan pantalones cortos, medias altas y elástica con los colores corporativos de su partido político: rojo los del PSOE, azul los del PP, morado los de Podemos, naranja los de Ciudadanos y negro chapapote los de Vox. Sus ruedas de prensa deberán estar salpicadas de vaguedades y lugares comunes (algo que no les costará mucho esfuerzo) y antes de los plenos deberán calentar y realizar el preceptivo intercambio de banderines entre ellos. Durante el pleno se permitirán tres cambios y, a mitad, del mismo, todos deberán cambiar de bancada.

Se propone también que los coches de caballos sean decorados con los colores de los diferentes equipos y que, en las paradas, mantengan el mismo orden que en la clasificación de la Liga, no permitiéndose adelantamientos ilegales ni cambios de posición que no refleje la citada clasificación. Lo de bautizar a un caballo con el nombre de Sergio Ramos se le ha ocurrido a usted, a mí no.

Podríamos aprovechar los hilos musicales de las consultas de los dentistas, de los ascensores y de las llamadas en espera para sustituir sus insufribles músicas por cánticos de las distintas aficiones o, incluso, si queremos ser más pedagógicos, por sencillas explicaciones de lo que es un fuera de juego, a ver si nos vamos enterando ya todos.

Lo de tirar al árbitro al río es algo que antiguamente se hacía mucho en los pueblos y que se está perdiendo. Recuperar tradiciones es signo manifiesto de inteligencia y demuestra el cariño de la gente hacia sus costumbres y de respeto a sus mayores.

Por último, y dado que no podremos entrar en los estadios, lo lógico sería sacar el fútbol a las calles. Así, todos volveríamos a los balcones y podríamos presenciar los partidos desde casa sin necesidad de estar abonado a ninguna plataforma digital. Se disponen las dos porterías en diferentes puntos de la ciudad y, ¡hala!, a callejear. No me digan que no sería bonito ver a los laterales corriendo por la avenida de la Constitución o a los defensas haciéndose fuertes en Puerta Osario. Lo de poner a Sergio Ramos al lado, en la calle Puñonrostro, se le ha ocurrido a usted, a mí no.

Así que, señor inexistente Tebas, déjese de convertirnos las calles en tendederos y escuche nuestras propuestas. Eso o entérese de lo del desfile de Victoria’s Secret y nos avisa.

EDUARDO CRUZ ACILLONA

 

Publicado en La Colina de Nervión. 10/6/2020.