EL CRISTAL CON QUE SE MIRA #89
ESTA SELECCIÓN ME REPRESENTA
VERSION #1
Antes de comenzar el campeonato, supongo que me pasó lo que a la mayoría de la gente. Es muy difícil engancharte a una cosa así después de un año tan atípico en los futbolístico, sin aficionados en la grada, viendo todos los partidos en una pantalla. Parece como si el cuerpo reclamara un descanso a la espera de mejores noticias en agosto, con la posible vuelta a los estadios de cánticos y bufandas al aire…
Arranca el campeonato y revisas las alineaciones de la que siempre ha sido tu Selección. Juega tu equipo. Juega tu Selección. Deberías estar pletórico, exultante, recuperando la furia perdida, ilusionado.
Pero no hay en la cancha ni un solo jugador del Sevilla Fútbol Club. La Selección la compone, en su gran mayoría, gente joven cuyos nombres no son ni siquiera conocidos para el aficionado de a pie. A eso tienes que sumarle que sí, que han hecho un buen juego, sobre todo en la primera parte, pero han desperdiciado numerosas ocasiones.
El empate final te deja frío, mustio, hambriento.
Eso sí, haber podido contemplar la maravilla de ese golazo de libre directo de Messi en el minuto 32 de la primera parte, te reconcilia con el mundo y te hace exclamar con el corazón: ¡Esta Selección me representa!
VERSIÓN #2
Antes de comenzar el campeonato, las encuestas y las opiniones a pie de calle de los informativos deportivos corroboraban en los aficionados mis sensaciones. La apatía y el desinterés frente al comienzo del campeonato eran manifiestas. Es muy difícil engancharte a una cosa así después de un año tan atípico en los futbolístico, sin aficionados en la grada, viendo todos los partidos en una pantalla. Parece como si el cuerpo reclamara un descanso a la espera de mejores noticias en agosto, con la posible vuelta a los estadios de cánticos y bufandas al aire…
A eso hay que sumarle que la Selección está compuesta, en su gran mayoría, por gente joven cuyos nombres no son ni siquiera conocidos para el aficionado de a pie. Y a todo ello hay que añadirle que no hay en la alineación ni un solo jugador del Sevilla Fútbol Club.
Arranca el campeonato. Juega tu equipo. Juega tu Selección. Deberías estar pletórico, exultante, recuperando la furia perdida, ilusionado.
Pero no hay en la cancha ni un solo jugador que te motive, por el que apuestes desde el principio, por el que te apetezca animar. A eso tienes que sumarle que sí, que han hecho un buen juego, sobre todo en la primera parte, pero han desperdiciado numerosas ocasiones.
El empate final te deja frío, mustio, hambriento.
Eso sí, haber podido contemplar a ese crack de míster siguiendo el desarrollo del partido en el área técnica, alejado del banquillo y sentado sobre una neverita de botellines te reconcilia con el mundo y te hace exclamar con el corazón: ¡Esta Selección me representa!
VERSIÓN #3
Reconozco que, desde que terminó la Liga, mi ilusión por ver más fútbol en televisión era tan escasa como la posibilidad de que Sergio Ramos llegara a jugar la próxima temporada en el primer equipo del Sevilla Fútbol Club Femenino. Es muy difícil engancharte a una cosa así después de un año tan atípico en lo futbolístico, sin aficionados en la grada, viendo todos los partidos en una pantalla.
Pero la cosa cambia cuando repasas la alineación de tu Selección. Ahí compruebas que, una vez más, vuelven a figurar nombres consagrados que tantas alegrías te han dado en el pasado. Compruebas también que hay nombres nuevos, jóvenes; de algunos de ellos no tienes excesivas referencias más allá de lo que comentan los medios especializados, pero sí una fe absoluta en que, cada uno de ellos, con sus especiales características, dará juego y grandes alegrías.
Con una Selección así, sabes que eres capaz de afrontar con renovado optimismo y la mayor de las ilusiones la Eurocopa, la Copa de América y cualquier otro tipo de copa que te pongan por delante. Colocas en fila todas las nuevas botellas de vino que has seleccionado para tu bodega, las miras y exclamas con el corazón: ¡Esta Selección me representa!
EDUARDO CRUZ ACILLONA