EL CRISTAL CON QUE SE MIRA #103
NOMBRES PROPIOS
Laura, que ya se había comido las uñas a las siete de la tarde.
Tomás, que había llenado el frigorífico de cervezas por la mañana calculando a ocho por barba.
Belén, que cambió el turno con un compañero para poder estar con sus amigas delante del televisor antes de las nueve.
Jorge, que se puso su camiseta talismán, la misma que lució por las calles de Eindhoven.
Manolo, que ni deshizo la maleta recién llegado de Granada.
Andrés, que puso un 0 a 2 en la porra.
Antonio, que una vez más desconectó el teléfono móvil y se fue al cine para que su corazón no le diera un susto.
Raquel, que le regaló a su hija la bufanda rosa para que la estrenara justo ese día.
Marcos, desde Buenos Aires, cinco de la tarde allá, pendiente del link para ver el partido en su ordenador portátil.
Jul y Gan, saltando en el sofá de Manuel.
Teo, que no conocía a nadie, abrazándose a todo el mundo en la Peña.
Julia, regodeándose pensando en llegar al trabajo el lunes por la mañana.
José Ignacio, de guardia, pero con los auriculares puestos.
Diego, allí arriba, diciendo adiós con la mano a los que abandonaban la grada diez minutos antes de finalizar el partido.
Juan, que se quejaba de que se le había hecho muy corto y quería más.
Lola, que se habría dejado una fortuna si los emojis sonrientes del whatsapp costaran un euro.
Alejandro, negociando con su madre ir al día siguiente al colegio con la camiseta del equipo, aunque sea por encima del jersey.
Francisco, que aún no sabe que es sevillista pero que ya tiene preparado su carné para dentro de dos meses, cuando nazca.
Lucas, que soltó un par de lágrimas cuando vio que Monchi se acercaba por el césped para celebrarlo con ellos.
Gerardo, deseando, sin que sirva de precedente, hablar con su cuñado.
Mónica, tratando de consolar a su novio, pero sin poder disimular la sonrisa de oreja a oreja.
Fernando, que fue por la mañana a animar al equipo al hotel de concentración y volvió a casa al día siguiente.
Ricardo, emocionado viendo abrazarse a su hijo y a su nieto desde su localidad de preferencia en el tercer anillo.
Y Bellerín. Qué golazo, illo…
EDUARDO CRUZ ACILLONA