PERDER LOS PAPELES

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA #149

PERDER LOS PAPELES

Vale que ya se han hecho todos los memes del mundo a cuenta de Jordan en el último partido del Sevilla Fútbol Club contra el  Barça. Vale que las imágenes tuneadas y fotochopeadas del jugador con el folio de marras han dado la vuelta tres veces a los internetes. Todo son chanzas y en esas redes sociales donde no hay descanso para meter pullitas y dedos en ojo ajeno, las imágenes en el terreno de juego han dado para mucha imaginación y pamplina. Lo merecían, para ser sinceros. Ver a Ocampo entregándole el papelito a Jordán hacía suponer que en él aparecía dibujado el nuevo esquema táctico para combatir y frenar los continuos achuchones catalanes en nuestra área. Lejos de quedarse ahí, la hilaridad fue in crescendo cuando la pequeña cuartilla se desdoblada en las manos de nuestro jugador y lo que pareció ser una breve nota, se convirtió en todo un señor folio. A punto estuvo Jordán de perderse el resto del partido entretenido leyendo todo lo que el entrenador había tenido a bien escribirle vaya usted a saber cuándo.

Memes aparte, ¿alguien sabe lo que decía el folio? ¿Alguien se ha preocupado por indagar el contenido del texto? Nosotros sí, por supuesto, que para eso somos un servicio público como los taxis o como Emasesa repartiendo agua gratis en las procesiones de Semana Santa, por aquello de que mejor de grifo que de lluvia.

Nuestro equipo de investigación, compuesto por un catarí borracho y un argentino mudo, ha tenido acceso al folio escrito por Sampaoli y, en un alarde de inusual profesionalidad, lo han hecho legible para todos nosotros. A continuación, publicamos la mayor parte de los extractos de la misiva, excluyendo aquellos en los que el entrenador dedica epítetos personales al jugador del tipo “cariño mío”, “bombón andaluz”, “carne de mis entretelas”, “cabecita magullada”, etc., ya que entendemos que dichos calificativos se enmarcan dentro de la más absoluta intimidad de jugador y entrenador. Por lo demás, y en lo que a lo profesional se refiere, la misiva decía lo siguiente:

“Comprar mate, carajo, que siempre se me olvida y sin él no tengo manera de relajarme y no hago más que moverme de manera compulsiva por la banda durante todo el partido y acabo eslomaó”.

(Este párrafo aparece tachado, por lo que más parece una nota recordatorio para sí mismo que una orden precisa para el jugador)

“Jordán, xxxx xxxxx, mirá vos a ver si conseguís poner un poquito de orden y concierto en este caos. No tenés que moverte del centro del campo, ya sabemos del pánico que le tienes a los fondos, pero grita, ordena las líneas, cabreate, carajo, ponele las pilas a esos pibes de blanco que se hacen pasar por tus compañeros”…

(Los tres puntos suspensivos finales en realidad son tres agujeros en el papel. Cómo no sería el cabreo del argentino en ese momento)

“Invitar a Monchi a un asado con su correspondiente Fernet Branca de aperitivo para entonarle y empezar a comerle la cabeza con los fichajes en la ventana de verano (qué estupidez eso de llamarlo la ventana) si antes no nos hemos ido a tomar por el mismísimo orto”.

(Si bien Jordán entendió perfectamente el primer mensaje, éste último se le hizo más extraño, lo que provocó que perdiera bastante tiempo buscando desde el terreno de juego a Monchi en la grada para hacerle llegar la intención del míster de invitarle a comer y beber, no necesariamente por ese orden)

Finalmente, la nota, siempre según nuestros colaboradores, incluía un último párrafo:

“Jordán, aplicate, ¿viste? Yo te quiero a vos como a un hijo. Aplicate, que ya tengo bastante con un Judas en el equipo. Y no, no pienso poner aquí por escrito su nombre, que a saber donde acaba este papel y lo mismo el Papu se entera de que le llamo Judas.

Tuyo afectísimo, San Paoli, sí, separado, porque ya me gané la santidad con la paciencia que estoy teniendo. Carajo”.

EDUARDO CRUZ ACILLONA

Publicado en La Colina de Nervión. 8/2/2023.