SESENTA MILLONES

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA #125

SESENTA MILLONES

Hoy toca hablar de la final de Copa… Pero no se me alteren, que es muy temprano, vamos a hablar de esa Copa que no tiene importancia y de la que el Sevilla Fútbol Club tan sólo atesora en sus vitrinas un total de seis trofeos en sus más de ciento treinta años de historia, una minucia.

Y es que he leído por ahí que la final de la Copa de la UEFA Europa League, que este año se celebra en el marco incomparable del Ramón Sánchez-Pizjuán (¿por qué habrán elegido nuestro estadio, si no pintamos nada en esa competición…?), va a dejar un beneficio de sesenta millones de euros. Sesenta millones… Lo primero que he pensado es que ya han vuelto a subir el precio de las botellitas de agua en los ambigús del estadio.

Luego me he enterado de que no, de que los sesenta millones son beneficio a repercutir en toda la ciudad, una cantidad a la que ya de antemano deberíamos ir descontándole el importe de los destrozos producidos la noche previa y la siguiente en la terraza de la taberna O’Neills del Paseo Colón. Eso sí es un clásico.

En todo caso, la cifra es lo suficientemente grande como para detenerse en ella y estar atento a cómo se produce el reparto, que luego pasa lo que pasa y los que tienen la risita floja y la cartera llena son siempre los mismos.

Tengan ustedes en cuenta, no sé si se han fijado, que sesenta millones de euros equivalen a alrededor de cuarenta y tres millones de cervezas bien tiradas (sin tapa, eso sí). Que, repartidas entre los casi setecientos mil habitantes que tiene Sevilla, tocamos a más de sesenta por barba. Salvo que seas mi cuñado, que ya se encarga él de asumir las de aquellos que, despistados, se vayan a pasar el fin de semana a Chipiona.

Prescindiendo de tamaño acto de generosidad, y barriendo para casa, que para eso la final se celebra en nuestro estadio, si tenemos en cuenta que allí cabemos casi cuarenta y cuatro mil aficionados, tocamos (euro arriba, euro abajo, que no sé dónde he puesto la calculadora y estoy haciendo las cuentas a ojo de buen cubero), a un total aproximado de 1.500 euros, una cantidad que, si les soy sincero, no la gano todos los días, no sé ustedes…

Para saber quién la jugará tendremos que esperar primero a mañana jueves, que se disputa la ida de las dos semifinales y, si los resultados no son muy escandalosos, al 5 de mayo, jueves de Feria (¡ay!), cuando está previsto que se disputen los partidos de vuelta. Qué tiempos aquellos en los que el Sevilla Fútbol Club se clasificaba para la siguiente ronda en plena Feria, ¿verdad?… Cómo lucían los farolillos rojos y blancos… Cómo sonaba a todo volumen en muchas casetas el himno del Arrebato entre sevillana y sevillana… Y que bien nos habrían venido entonces los 1.500 euracos…

Este año, en cambio, la Feria será ese paréntesis de días que transcurrirán entre el partido en casa contra el Cádiz-de-sus-amores-Ratatatata- ratatatata y a domicilio contra el Villarreal de Es-que-yo-sin-ti,-Emery,-no-podría-ser-feliz… Dos partidos en los que la Victoria no es una marca de cerveza malagueña sino una imperiosa necesidad si queremos darle un susto de los buenos a Rubi y a Geri (tanto monta, monta tanto) y, por extensión, a toda la plantilla de jeques árabes que inundan Arabia Saudí.

Dos equipos, Cádiz y Villarreal, ambos con equipación de color amarillo, como la jarra de rebujito, cuyo precio en la Feria rondará este año los diez euros y que, con los sesenta millones de la UEFA, tocamos a…

EDUARDO CRUZ ACILLONA

Publicado en La Colina de Nervión. 27/4/2022.