YA HUELE A FERIA…

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA #156

YA HUELE A FERIA…

Efectivamente, ya huele a Feria. Y no lo digo por la cercana obviedad del alumbrao el próximo sábado por la noche. Y tampoco lo digo por las no tan lejanas amenazas de haber tenido que lucir el farolillo rojo de primera división.

Digo que ya huele a Feria por la alegría, por los brindis, por las convidás, por la fiesta que supone haber encarrilado varios partidos sin morder el polvo (¿o debería decir “albero”?) de la derrota, por ir marcando de dos en dos y sumando (casi) de tres en tres, por ver a los rivales directos cada vez más pequeños por el retrovisor y tener esa inigualable sensación de que lo mejor está por venir. Ya huele a Feria en cada caseta (¿o debería decir “peña”?) y el sevillista se monta en el coche de caballos de los sueños para pasear por un Real cada vez más real: ese privilegiado lugar en el que se le habla de tú a la victoria y en el que, a pesar de la sequía y de la falta de lluvias, cada vez se van acumulando más paragüeros.

Y es más que probable que el causante de todo ello sea un tipo de apellido Mendilibar, palabra compuesta de dos sustantivos, “mendi” e “ibar”, que en euskera significan, respectivamente, “montaña” y “valle”. O sea, la versión vasca de la expresión “entre Pinto y Valdemoro”.

Se antojaba muy alta la montaña que tenía que escalar el Sevilla Fútbol Club a la vista de los resultados obtenidos en la primera vuelta de la Liga. Pero hemos dado (¿o debería decir “Monchi ha dado”?) con un escalador de fondo, un pura fibra que no necesita arrasar la hierba de su zona técnica yendo sin parar de un lado a otro ni escribir manuales de instrucciones en forma de carta para conseguir que sus jugadores entiendan que la portería contraria es la que está más alejada del portero de su equipo y que es allí donde deben dialogar con el toque, con el pase, con la pegada, con la puntería y, ya lo hemos comprobado, y de qué manera más placentera, con la fortuna.

Mañana tenemos por delante uno de esos ochomiles que tanto respeto imponen pero que cualquier escalador profesional está deseando abordar. Pocos han salido victoriosos de la escalada. De momento, nosotros ya nos hemos venido de Manchester gritando ¡Viva el PP!, que es algo que, aunque estemos en precampaña electoral, sí que se puede decir pues no nos referimos ni a ayusos ni a feijoós sino a la generosa manera que tienen algunos rivales de ayudarnos a marcar goles. Respetemos sus costumbres. Aplaudámoslas. Animémosles a que sigan practicándolas. Las porterías del Sánchez-Pizjuán están a su entera disposición. Y que mañana por la noche, a dos días del alumbrao, podamos celebrarlo bailando y cantando “Mírala cara a cara, que es la primera” (¿o debería decir “la séptima”?)

EDUARDO CRUZ ACILLONA

Publicado en La Colina de Nervión. 19/4/2023.